martes, 23 de noviembre de 2010

Ropa Roma

El ingreso de los bárbaros en el imperio romano transformó la vestimenta. Los jefes militares vestían a la romana cuando pasaban el pomoerium. Al guiar las tropas -en su mayoría, germanos- vestían bragas, a la manera de estos pueblos. Hubo adaptación de prendas de uno y otro lado, así los bárbaros usaron la túnica más corta que la romana para favorecer los movimientos. A través de escritos de Paulo Diácono, se sabe que la vestimenta de los lombardos era suelta y generalmente de lino, como solían llevarlos los anglosajones, decorados con amplias orlas de tejido de diversos colores. Los zapatos eran abiertos casi hasta la extremidad del dedo mayor, sostenidos por medio de correas entrelazadas.

Dama de Flandes, siglo XV.Generalmente, se conoce más la ropa usada por príncipes. Así por ejemplo, de la apariencia de Carlomagno, su biógrafo Eginardo contaba que aquél llevaba la vestimenta nacional de los francos. Sobre el cuerpo, una camisa y un calzoncillo de tela de lino. Encima, una túnica bordada de seda y un pantalón corto, bandas alrededor de las piernas y los pies, y un chaleco de piel de nutria o de ratas, protegiéndole las espaldas y el pecho. Sólo en días de grandes fiestas se utilizaban piedras para adornarse, como por ejemplo en accesorios como una espada. Los reyes bárbaros fueron llamados reges pelliti (reyes con pieles) ya que acostumbraban a usarlas. Tal vez, inicialmente fue por una cuestión climática y luego constituyó lujo y adorno. Poco después se empiezan a utilizar vestidos de cuero. Pablo Diácomo menciona una vestimenta de piel de reno "en forma de túnica larga hasta las rodillas". El festido femenino consistía, de ordinario, también en una túnica larga hasta los pies, sobre ésta se colocaba la stola, y para salir se usaba la palla, gran sobreveste con borde con la cual se podía cubrir la cabeza.

Noble Franco.Los mantos se tomaban con fíbulas de metales preciosos que llevaban piedras incrustadas. Debajo de la ropa exterior, las mujeres llevaban una túnica de lino y la fascia, una especie de venda para sostener el pecho. En el siglo XIV, el vestido femenino era amplio en el pecho para mostrar la mayor parte de su cuerpo y muy estrecho en la cintura. Se usaban mangas de formas diferentes y largas colas que se arrastraban por tierra. Los zapatos, a veces adornados con armiño eran en su mayoría de punta cortada y aún se utilizaban sandalias sólo para calzar la planta del pie. Los collares, broches y anillos se volvieron más extravagantes, curiosos y preciosos. Debido a la obstentación y gasto exagerados, las autoridades intentaron poner freno a la situación. En 1365, Bolonia compiló un estatuto por el cual ciertos elementos de lujo sólo podían ser llevados por personas de una determinada condición. Así por ejemplo en Venecia, sólo la dogaresa y sus hijas podían usar perlas, uso limitado al período en que el dogo ejerciera el cargo. El uso de pieles también fue pautado, en particular pieles caras. Sin duda en todo lo referente a la vestimenta, la moda y las actividades de producción de determinados lugares, tuvieron gran importancia. La importación o la producción local representaron factores esenciales en determinadas vestimentas, así como la pretensión de distinguirse de los demás, la necesidad de acercarse a grupos superiores dentro de la escala social o la influencia en centros de poder.

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